Síndrome del cuidador quemado

Título: “Burnout en cuidadores formales e informales del adulto mayor. Revisión integrativa de la literatura”.

Los cuidadores formales e informales de adultos mayores, corren el riesgo de agotarse después de un trabajo de larga duración, se los denomina Bornout “quemado, consumido y apagado” en respuesta al estrés. El Objetivo es que a partir de la literatura evaluar características y factores asociados al burnout entre cuidadores formales e informales de adultos mayores. En cuanto al método se realizó una revisión bibliográfica integradora para sintetizar los hallazgos de investigaciones anteriores y resumir los hallazgos de la literatura sobre las características y factores de desgaste del cuidador formal e informal. En los resultados se encontró que el 80,3% son del género femenino, entre los cuidadores formales e informales, la edad promedio varía de 35 a 58 años. Los factores que conducen a un mayor agotamiento incluyen el tiempo dedicado cada día al cuidado, la falta de apoyo familiar y la remuneración insuficiente de los cuidadores informales.
Se puede concluir que el burnout se presenta en algún momento de la vida entre los cuidadores formales e informales, con manifestaciones físicas y emocionales similares, afectando a niveles más altos de los cuidadores informales, lo que no es lo mismo que ser económicamente no remunerado y responsable de otras tareas, relacionadas por ejemplo a, amas de casa, hijas o esposas de los beneficiarios de cuidados y baja escolaridad. Las principales manifestaciones son: ira, depresión, insomnio, irritabilidad, ansiedad y depresión. 

Prevenir el agotamiento requiere un plan de apoyo con estrategias de afrontamiento adaptativas.

Introducción al síndrome de Burnout “quemado, consumido, apagado”, fue descrito por primera vez por el psiquiatra estadounidense Herbert J. Freudenberger en 1974, basado en sus observaciones mientras trabajaba como asistente voluntario, descubrió que después de un período de trabajo, las personas experimentan una pérdida de energía, motivación, falta de interés y fatiga. En 1981, Maslach y Jackson descubrieron que el agotamiento es un síndrome de combinación tridimensional, que es un conjunto de signos y síntomas que se manifiestan como: agotamiento emocional, despersonalización y disminución del sentido de satisfacción personal, todo en respuesta al estrés laboral crónico. Una de las situaciones que provocan estrés, es la alta necesidad de cuidados en los adultos mayores por el proceso natural de envejecimiento, enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades neurológicas como el Alzheimer, Parkinson, demencia, alta morbilidad, pérdida de visión y audición. Enfermedades degenerativas del sistema musculoesquelético, como la osteoartritis, la osteoporosis y otras condiciones que conducen a algún grado de dependencia del cuidador en los adultos mayores; que se convierte entonces en el personal de cuidado, entendido como una actividad humana que se desarrolla como una relación y un proceso, es decir, se requiere diferenciación para identificar las respuestas humanas a las necesidades de bienestar; comprende a los cuidadores informales que no son remunerados pero tienen un alto nivel de compromiso por ser miembros de la familia o tienen un vínculo estrecho con los adultos mayores necesitados, así como los cuidadores formales que trabajan de forma independiente por un salario o beneficio, independientemente de si tiene responsabilidad o no, con el adulto mayor.

Bedoya, N., Buitrago, L., & Soto, M. (s.f.). Dialnet Unirioja. Obtenido de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/7818321.pdf